Y sí, estar insoportable es normal.
Es normal que durante tu vida pases por momentos de abstinencia sexual, ya sea por cortos o largos periodos de tiempo, por opción o por no encontrar a una persona especial. No importa el motivo, lo que importa es que esto le puede suceder a tu cuerpo cuando dejas de tener sexo.
1. Más vulnerable a enfermedades
Esto ocurre porque el sistema inmunológico se debilita, por eso es probable que te resfríes o que estés más propensa a infecciones.
2. Las paredes vaginales se vuelven más débiles
El tener relaciones sexuales es una especie de ejercicio para tu vagina, por lo que dejar de tenerlas provoca que los tejidos vuelvan a debilitarse.
Para evitar que esto ocurra puedes realizar ejercicios de Kegel.
3. Tu corazón puede sufrir
La vida sexual y la salud cardiovascular están relacionadas, por lo que dejar ese ejercicio “aeróbico” podría afectar. Esto no quiere decir que podrías sufrir un ataque al corazón, pero sí que puede verse afectado mínimamente.
4. Más estrés
Sí, no tener sexo es sinónimo de un mayor estrés. Es más difícil lidiar con los problemas y es muy probable que andes más irritable.
5. Disminución de la libido
No te alarmes su ya no sientes esas ganas imperantes de hacerlo, es normal, incluso después de un tiempo puedes dejar de desearlo.
6. Depresión
Según la especialista Sara Sandberg-Thomas, investigadora de la Universidad estatal de Ohio, “una vida carente de sexo ocasiona deterioro mental, emocional e incluso puede acarrear depresión o hasta ideas suicidas”.
¿Qué recomiendan los expertos?
La kinesióloga, Priscilla Espinoza de la Universidad Andrés Bello, asegura que la abstinencia es aún un tema tabú, por lo cual muy pocas veces se logra hacer un diagnóstico.
“Lo primero que afecta a la mujer el estado de abstinencia, es el aumento de peso, ya que el sexo muchas veces se toma como ejercicio tipo aeróbico (…) y luego de un tiempo podríamos sufrir una ‘relajación’ de la musculatura de piso pélvico (musculatura interna y externa)”, relata la profesional.
Por eso, ella recomienda mantener un vida activa, llevar un vida saludable, beber abundante agua e intentar ejercitarse al menor tres veces a la semana.